· Lograron no solo resolver su conflicto penal, sino también superar la enfermedad adictiva que afectaba sus vidas, recuperar su bienestar, reintegrarse a sus familias y comunidades, y dejar atrás el pasado marcado por el consumo y la exclusión.
Procedentes de diferentes comunidades en San José, Pérez Zeledón, Cartago, Heredia, Alajuela, San Ramón, Liberia, Santa Cruz, Nicoya y Corredores y del pueblo indígena Boruca, 29 hombres y una mujer celebraron la finalización de este procedimiento restaurativo, que combina acompañamiento judicial y tratamiento terapéutico demostrando que el PTDJR se consolida y crece año con año.
“Tengo año y medio fuera de consumo, fuera de las calles. Recuperé mi vida, mi trabajo. Soy una mejor persona, un mejor hijo. Ayudo a los vecinos y me abren las puertas como cualquier ser humano. Me siento orgulloso y agradecido con Justicia Restaurativa”, expresó Luis Loría, graduado del PTDJR.
Didier Murillo compartió: “…este programa me salvó la vida. Agradezco a Dios y a cada uno de estos equipos de trabajo y seres humanos que me respaldaron y me dieron una nueva oportunidad”.
“Esta es una actividad que se ha tornado en esencial, en lo que es la función jurisdiccional, que es precisamente, la capacidad de restaurar al ser humano. Esta labor no es aislada, debe ser constante. Sigamos trabajando con las personas en conflicto con la ley, en su restauración y así mantener una puerta abierta a una nueva oportunidad”, destacó el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Aguirre Gómez.
Este resultado es posible gracias a la articulación institucional, que involucra el trabajo permanente de los equipos interdisciplinarios de Justicia Restaurativa del Poder Judicial, el tratamiento especializado por parte de personal profesional del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y el apoyo estratégico del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD).
El magistrado Gerardo Rubén Alfaro Vargas, rector de Justicia Restaurativa del Poder Judicial, destacó: “Reconocemos un logro profundo: decisiones valientes, constancia y la capacidad humana de transformarse, incluso cuando la vida se hace difícil. Cada historia demuestra que cuando el Estado pone a las personas en el centro, los resultados son más humanos y esperanzadores”.
La directora general del IAFA, Delma Vaglio Zonta, señaló: “Este proceso integrador refleja el compromiso y esfuerzo de los graduandos, orientado a la recuperación de la salud. Permite atender la problemática del consumo de sustancias psicoactivas, brindando tratamiento adecuado y oportunidades reales de reinserción”. destacando la sinergia entre el componente salud y el componente judicial.
Mientras que, la directora adjunta del ICD, Karol Blanco Rojas, enfatizó: “El acto de hoy es un testimonio vivo de que como país podemos articular políticas humanas e integradas, basadas en evidencia. El trabajo interinstitucional es clave para construir una sociedad que brinde oportunidades”, promoviendo el trabajo articulado entre instituciones para lograr objetivos comunes y beneficiar a la ciudadanía.
Este logro reafirma que la Justicia Restaurativa es una herramienta poderosa para transformar vidas y fortalecer el tejido social. Cada historia de recuperación es una señal de esperanza y un recordatorio de que, cuando las instituciones trabajan juntas y las personas se comprometen con su cambio, es posible construir una sociedad más humana e inclusiva, porque “Reparar vale más que castigar”.
















