Hugo Porter Aguilar, Juez de la República. Premio Fernando Coto Albán
Su visión de considerar la labor de la persona juzgadora como una vocación y no un trabajo y plasmar en cada una de sus sentencias la objetividad, la transparencia y el respeto a la dignidad humana, hace al juez de la República, Hugo Porter Aguilar, ser galardonado con el premio Fernando Coto Albán 2025.
Este premio se otorga a la persona administrador o administradora de justicia que se haya destacado por su mística, honradez, transparencia y dedicación al trabajo de carácter extraordinario y que sus cualidades y logros profesionales hayan contribuido a enaltecer esta labor en la sociedad costarricense.
“La honestidad es la principal cualidad que una persona debe ostentar para ser juez o jueza y viene ligada a todas las demás, como la integridad, la preparación académica, la ética y el conocimiento. Pero la honestidad es la característica sine qua non para administrar justicia. He tratado siempre de ser honesto, independiente, transparente y respetar la dignidad humana. A mí no me pagan por ser perfecto, me pagan por ser honesto”, puntualizó Hugo Porter Aguilar.
Para Porter Aguilar, el ser juez es una vocación que transforma la vida fuertemente y conlleva una serie de obligaciones como el estudio constante y permanente, el adquirir y perfeccionar destrezas tanto en la oralidad como la escritura y ejercer su función de la forma más objetiva posible.
“La persona juzgadora tiene que despojarse de todos aquellos aspectos subjetivos de su personalidad, que puedan influir en un fallo y asumir su labor de la forma más objetiva posible. Esto es lo más difícil, porque uno como persona es el producto de sus sentimientos, de su crianza, de su historia, de un conjunto de cosas buenas y cosas malas, que nos han enseñado socialmente y que generan ideas preconcebidas, que se deben abandonar cuando se imparte justicia”, puntualizó el juez Porter Aguilar.
Actualmente, Hugo Porter Aguilar pone su experiencia y conocimiento al servicio de la Comisión de la Jurisdicción Penal del Poder Judicial como juez gestor, siendo el enlace entre sus pares en la materia, para propiciar mejoras en el área penal.
Afirma que los logros y metas alcanzadas en ese puesto, son el resultado del acompañamiento y trabajo en equipo de funcionarios, compañeros y amigos, con los que ha compartido propuestas visionarias, en coordinación con la Dirección de Planificación en la confección de una matriz de indicadores y en el rediseño estructural de los despachos penales para mejorar la eficiencia de todas las oficinas judiciales. Al día de hoy, ya cuentan 65% de ellas con rediseño.
Formó parte de la Comisión de Relaciones Laborales, como representante del trabajador, tratando con sus votos de humanizar el proceso disciplinario, en favor de sus usuarios. También ha participado en procesos de mejoramiento del sistema de evaluación para personas aspirantes a juez 4 en el país.
San José lo vio nacer. Sus padres le enseñaron todo lo indispensable -y más- para ser una persona de bien. Recuerda con cariño a sus abuelos quienes le dieron todo su amor y experiencia. Sus tres hijos, asegura que han sido, son y serán su mayor motivación.
Cuenta con una Licenciatura en Derecho, un Post-grado en Derecho Penal con énfasis en Administración de Justicia de la Universidad Nacional (UNA), donde recibió el reconocimiento de estudiante distinguido y es Master en Derecho Penal con Énfasis en Sociología y Administración de Justicia.
“Tuve siempre una admiración por quienes trabajan en el tema de la justicia, con la lectura y mis vivencias personales, pues mi abuelo fue administrador de justicia y mi padre es abogado. Siempre me gustó el tema de la defensa, de la equidad y los derechos de las personas y en aquellos tiempos las injusticias causaban en mí una reacción emocional bastante fuerte”, expresó Hugo Porter.
Su primer contacto con el Poder Judicial fue en 1992 al realizar su trabajo social universitario; en 1994, con el título de Licenciado en Derecho inició como actuario en el Juzgado de Instrucción de Pavas. En 1995 asumió por primera vez como juez en ese mismo despacho y su carrera fue en ascenso; administró justicia en el Juzgado Penal de Pavas, el Juzgado Penal de Goicoechea y en el Tribunal Penal de Goicoechea, en cuyos despachos asumió la Coordinación. Acumula, entonces, 32 años como juez de la República.
“La figura del juez es una figura muy noble y tiene una función muy difícil pero esencial. En una sociedad democrática, todo puede fallar, menos los jueces y juezas, porque la gente cuanto tiene un problema, acude a la Administración de Justicia para obtener un resultado que satisfaga su agravio. El cargo lleva una nobleza y una responsabilidad inconmensurables”, afirmó Hugo Porter Aguilar.